¿Qué es la pancreatitis aguda?
La pancreatitis es una inflamación súbita y grave de páncreas, órgano que tiene dos funciones diferentes.
Por un lado, esta glándula produce numerosas enzimas digestivas necesarias para la degradación de los alimentos, por otro, contiene células especializadas en la elaboración de insulina y glucagón, dos hormonas fundamentales para el metabolismo de los glúcidos.
¿Cuáles son las causas de la pancreatitis?
El páncreas se inflama debido a una acumulación de enzimas digestivas en el interior del órgano que atacan sus propios tejidos. La crisis suele desencadenarse por la presencia de cálculos biliares, por una úlcera duodenal y, sobre todo, por el alcoholismo. En menor medida, el origen puede estar en la administración de medicamentos (algunos analgésicos y antiinflamatorios) o una infección.
¿Cuáles son los síntomas de la pancreatitis?
Algunos de los síntomas de la pancreatitis son:
- Intenso dolor abdominal que muchas veces se irradia hacia la espalda. El dolor alcanza la máxima intensidad en el plazo de unas horas.
- El dolor se acentúa con los movimientos y la respiración, mientras que se atenúa cuando el paciente se inclina hacia adelante o se sienta.
- Náuseas y vómitos.
- Shock en caso de crisis aguda: caída de la presión arterial, aceleración del pulso y sudoración abundante.
- Además, la pancreatitis aguda puede provocar hemorragias.
¿Cuál es el tratamiento de la pancreatitis aguda?
El tratamiento pretende bloquearlas enzimas pancreáticas para que la inflamación pueda reabsorberse.
Durante la crisis, es preciso mantener al enfermo en ayunas y proceder a la administración de sueros mediante un gota a gota para garantizar la hidratación.
Suele efectuarse también un sondaje digestivo, con la introducción de un tubo por la boca hasta el estómago, para evacuar las secreciones gástricas, procedimiento que alivia el dolor y reduce la liberación de enzimas pancreáticas.
Para mitigar el dolor, en general intenso, se administran analgésicos, a veces, si estos medicamentos son ineficaces, se recurre a la anestesia epidural.
En caso de infección, el médico prescribe antibióticos. Si el problema es un absceso del páncreas, se practica un drenaje quirúrgico. Cuando la crisis es de origen biliar, es necesario operar para eliminar los cálculos biliares.
La alimentación sólo se reanuda con normalidad una vez desaparecidos el dolor y la rigidez abdominal, y al principio es esencialmente líquida, por ejemplo a base de caldos.
Autora:
Mujeractual
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