¿Qué es la psoriasis? ¿A quién afecta la psoriasis? ¿Por qué se produce la psoriasis? ¿Cómo se detecta la psoriasis? ¿Cuál es el tratamiento de la psoriasis?
¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad crónica dela piel que se caracteriza por la formación esporádica de un tipo de lesiones rojizas en forma de pápulas o placas, de forma oval y cubiertas de escamas de color plateado.
Estas lesiones, que producen abundante picor, se localizan sobre todo en el cuero cabelludo, en los miembros y en la región ano-genital, de forma típica aparecen en la zona de pliegues de los miembros, es decir, en la parte blanda de los codos y las rodillas.
Se pueden distribuir por una zona localizada o restringida a un área concreta o brotar en diferentes puntos del cuerpo.
¿A quién afecta la psoriasis?
Aproximadamente un 2% de la población sufre esta enfermedad en alguna de sus formas de manifestación, con una mayor incidencia en el norte de Europa o en Norteamérica respecto a otras regiones mundiales. Aunque puede aparecer a cualquier edad, lo más habitual es que se detecten las lesiones a partir de los 20 años, una aparición anterior indica una mayor gravedad del cuadro y un peor pronóstico.
¿Por qué se produce la psoriasis?
Factores genéticos influyen decisivamente en la aparición de esta enfermedad, como lo demuestra el dato de que más de un 40% de los afectados tengan familiares directos con el mismo padecimiento.
Un golpe directo sobre la piel puede producir la aparición de una lesión de tipo psoriásico en un plazo aproximado de una o dos semanas. Paradójicamente, en ocasiones un golpe sobre una lesión ya establecida puede mejorar su aspecto e incluso inducir su curación.
El contagio de ciertos tipos de bacterias como los estreptococos o incluso virus como la gripe podrían desencadenar la aparición de un brote psoriásico varias semanas después.
Fármacos tipo los corticoides, los antiinflamatorios y los empleados para combatir el paludismo o malaria.
Cambios producidos por la pubertad y la menopausia parecen afectar también al curso de la enfermedad, así como el embarazo, durante el cual suelen remitir las lesiones para después brotar de nuevo al acabar el mismo.
Las tensiones emocionales fuertes y mantenidas, especialmente en la población más joven, se han sugerido como precipitante de la psoriasis.
El exceso de radiación solar y las quemaduras por la misma parecen ser también un detonante de la enfermedad.
¿Cómo se detecta la psoriasis?
En la mayoría de los casos, con observar las lesiones típicas de esta enfermedad, su localización y la forma de evolucionar son signos más que suficientes para llegar a su diagnóstico, sin necesidad de recurrir a ningún método diagnóstico.
Cuando no se está seguro si padece psoriasis, se puede realizar un raspado de la lesión con el fin de observar sus escamas y el aspecto de la piel debajo de ellas. La biopsia de la lesión confirma definitivamente el diagnóstico.
En la mayoría de los casos, el ácido úrico está elevado en estos pacientes, así como no es raro observar una anemia leve por pérdida de hierro y folatos a través de las escamas que diariamente se pierden. La velocidad de la sangre está aumentada durante los episodios agudos o brotes.
¿Cuál es el tratamiento de la psoriasis?
En la actualidad no existe un tratamiento curativo, pero sí múltiples terapias que alivian las molestias y prolongan los periodos sin lesiones hasta el punto de hacer que el individuo afectado lleve una vida completamente normal.
Cada enfermo presenta unas características diferentes que exigen una personalización del tratamiento:
- Medidas preventivas: prevenir los factores desencadenantes del brote psoriásico, como son el cuidado de no recibir golpes, evitar el rascado excesivo de la piel o protegerse de las quemaduras. Entre estas medidas se incluyen también la abstinencia alcohólica y la de los fármacos que han demostrado que perjudican su evolución. Es recomendable mantener la piel bien hidratada, tomar el sol y utilizar técnicas de relajación.
- Tratamiento tópico: consiste en la utilización de cremas, pomadas y lociones o geles, con el fin de eliminar parte de la escama que recubre la lesión.
- Corticoides: Los más utilizados por su fácil aplicación y efectividad, aunque deben ser empleados en pautar intermitentes para evitar sus efectos secundarios como la atrofia o el crecimiento del pelo.
- Alquitranes: mezcla de hidrocarburos que se emplea en pautas cortas y en lesiones poco extensas.
- Antralina: derivado del polvo de Goa que se emplea por la noche a diario para seguir después con una pauta de mantenimiento.
- Derivados de la vitamina D: reducen el grosor de las lesiones con pocos efectos secundarios.
- Retinoides tópicos: especialmente útil en cara y cuero cabelludo como mantenimiento a largo plazo.
- Tratamiento oral: se basa en el empleo de sustancias quimioterápicas como el metrotexate, la ciclosporina o los retinoides por vía oral. Requieren de un control analítico constante por el peligro que representan sus efectos secundarios.
- Fototerapia: consiste en el uso de radiaciones electromagnéticas no ionizantes, concretamente de radiación ultravioleta B varios días por semana, que consigue en pocas semanas el blanqueamiento de la piel con pocos efectos secundarios.
- Fotoquimioterapia: Es la exposición a radiación ultravioleta. A unas horas después de haber tomado ciertos fármacos. Se emplea en los casos de lesiones muy extendidas pro toda la superficie corporal. Es una terapia muy efectiva con riesgo únicamente de producir quemaduras leves.
Autora:
Mujeractual
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